Este 2016 ha pasado como un terremoto por mi vida, primero fue mi adorada tía Rosa, una mujer a la que le debo todo lo que soy, unos días mas tarde mi querida madre comenzó a desarrollar una velocidad en su deterioro que me desbordo totalmente, fue el principio de nuestra separación en la memoria. En Enero me llego el correo postal con la inesperada noticia del fallecimiento de un gran amigo, compañero del alma, Josep. Llego el verano y en Julio mi primo Tonin se fue sin dar tiempo al adiós. El mes de Agosto se nos llevo a mi madre, consiguió "irse con sus añorados padres" y encontrar la calma en el abrazo del Señor.
Como ven 2016 no ha dejado títere con cabeza. Esperemos que 2017 nos devuelva la paz.
