"Siestear en Soria"

                

Buenas noches, hoy me permito la licencia de utilizar algo tan socorrido como la siesta para el enunciado, si he de ser sincera la detesto,esto debe ser porque no he tenido la buena experiencia de "disfrutar" jamás en ella.

La primera de las imágenes esta tomada desde el balcón de la habitación del Hotel en la Plaza Mayor de Soria, la segunda de ellas es en si "un lecho de muerte" del mismo Hotel, es decir lo que últimamente me sugiere a mi "la cama".

Es una tarde de últimos de julio,con un atardecer soleado sin ser caluroso, me encanta sentir esa suave brisa que te acompaña al recorrer sus calles, Soria es una ciudad pequeña, acogedora, me recuerda a otros tiempos, sus calles recogidas, sus conventos a cada paso y desde lo alto de ellos los cigüeñales con sus majestuosas  cigüeñas, su mantequilla dulce ummmmm que rica, puro deleite.

Pues en esa encantadora ciudad vive parte de la familia de mi amado esposo, que de forma premeditada han aumentado la familia con la llegada de Pablo, esto es un buen incentivo en tiempos de crisis.

Pablo es como era de esperar una gozada, rubio, ojos claros,mirada penetrante y adorable al "bracito", Sara (su hermana de 7 años) ya lo tiene asumido y disfruta de todos los hechos y visitas que recibe Pablo.

Esto segura que nacer y criarse en Soria ayudara a que Pablo tenga un recuerdo de una infancia muy "verde", de unas buenas siestas (ufffffff) y de la mantequilla.

Ya estamos de nuevo sumergidos en el trabajo,aunque a decir verdad casi no lo he dejado, solooo diez días en Vinaroz me han sabido a nada, en Infantes una semana  de eso no me quejo, en realidad no hay quejas, tal vez sea el hastió.

Volver ha supuesto recuperar una parte de mi vida que me ayuda a levantarme y mirar al horizonte con esperanza e ilusión y que gracias a ello soy quien soy y como soy, realmente el trabajo,las responsabilidades me han ayudado a caminar mas recta, con paso mas firme y a no desfallecer a lo largo de la vida.

Fuera siguen los irresponsables haciendo "ruido" (como dice J.Sabina), augurando lo peor y pegados como garrapatas..............¡Señores NO A LA CRISIS EN NUESTRAS VIDAS! .....¡MUCHA FUERZA!......¡PRIMERO MUERTOS.......QUE CEDER UN APICE!

Hay un valor que no tiene precio, pero tiene nombre DIGNIDAD y va muy escaso, no lo perdamos.

Buenas noches.

                                                         Una mujer