El jueves día seis comienza mi Navidad particular, estaré en Sevilla,visitare la plaza San Francisco y su mercadillo de Belenes, un poco mas hacia adelante en los alcázares estará la exposición de los dulces mas santos, los de los conventos y así casi sin querer me adentrare en el barrio de Santa Cruz donde sus tapas y sus manzanillas me devolverán el calor,a la vuelta al atravesar la puerta de la catedral, a los pies de la Giralda una concertina que suena como los ángeles y cruzando por Sierpes los grupos de personas cantando villancicos.Así contado resulta bastante infantil y totalmente mágico, pues es real y cada Diciembre ocurre en Sevilla.
Si a esto le añadimos un sentimiento muy profundo, que es lo que yo siento por la Navidad y la dulce compañía del amor de mis amores, realmente la Navidad se convierte en presente.
Hay demasiadas personas encargadas de recordarnos sin tregua todas las "miserias" y "mezquindades" así que me permito comentar las sensaciones que nadie escribe,aun a riesgo de parecer ingenua e infantil.
La imagen del árbol de Navidad de las Galerías Laffayet en París ilumina el comentario y magnifica el sentido de la Navidad.
Hace unos días me comentaba mi hija Angela que las personas que sufren demencia siempre llaman a su madre, Angela es enfermera en un geriátrico desde hace dos años, es normal cuando la razón no rige, el instinto salvavidas de la ternura y el amor verdadero nos devuelve a la búsqueda de la madre, tal vez la Navidad en un mundo tan perdido, sea nuestra deseo de volver a ser niños y estar con los seres mas queridos, no se, tal vez.
¡Sacad las zambombas......y las panderetas..........y desempolvar vuestros corazones......llego Navidad!
Una mujer
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